El reloj de Críspula
- publicado el 20/01/2014
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La pregunta
Preguntó, dejándose la voz en el grito, por su interlocutor. “Busca tu respuesta donde nada ni nadie impidan tu escucha”. Y allí estaba. En el lugar sin suelo, en el cielo sin nubes ni Sol ni estrellas, allí estaba. Pero, aunque el tiempo tampoco transcurría, fue consciente de que pasaban las horas y la respuesta no llegaba.
Decidió dar un paso y, al momento, abandonó aquel lugar. La resonancia, un eco lejano, quizá su imaginación tan solo: la respuesta a su pregunta.
– La ausencia de esencia
es la esencia de la ausencia.
Por eso sólo soy cuando no estás,
por eso sólo soy sin tu presencia.
Y, aunque lo intentó, jamás pudo regresar
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Me gusta cómo elaboras una introducción para la pequeña poesía, que identifico como la parte fuerte de este relato. Mola.
Maldito Oráculo del Sur, seguro que fue él quién te lo reveló… Escribí esa «rimilla» exclusivamente por estética…y, después, hice un «relatillo» a partir de ella (mi libreta de notas corrobora el orden de lo que te estoy diciendo xDDD).