Durante tiempo de dragones, en Jormungand hicieron el sorteo anual para sacar al que debía llevar a cabo la más temible faena: matar al feroz Dortmund  y traer su cabeza como prueba de valor.

La desgraciada suerte del joven Lathir hizo que le tocara tan difícil reto.

Lo encontró en un claro del bosque y sin darle tiempo a reaccionar Lathir lo atacó y milagrosamente lo pudo derribar y cercenarle la cabeza.

¡Como se pondrían de contentos en Jormungand, al ver en sus garras la cabeza del humano que durante años había masacrado a  centenares de dragones!

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Joel Alicea

Soy de Puerto Rico, tengo 33 años y más que nada, soy un lector empedernido y ocasionalmente me atrevo a escribir. Gracias por leerme...

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