La Princesa se comió una manzana, y llamó a sus sirvientes Enanos. En su lugar apareció un Conejo que la condujo por un pasillo hasta salir a una cabaña donde dos Hermanos comían chocolates y pasteles. Siguieron corriendo hasta la orilla del mar, subieron a una barca y en medio de la nada apareció una Sirena que la invitó a conocer su casa. En cuanto tocó el agua, se despertó sobresaltada, no sabía a qué cuento había ido a parar.

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