Surrealízate, hermano pez
- publicado el 11/09/2008
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Ave Yo
Ante el aullido ajeno que llevaba mi nombre, una bandada de pájaros brunos echó a volar. Observé su vuelo guiarles más allá de los tejados de la cárcel de rectos y largos barrotes que conformaban la ciudad de Nueva York. ¡Las aves hacían de su manera de viajar y desafiar la inexorable gravedad algo tan primoroso! Recogí los pliegues de mi níveo vestido e imité el batir de sus alas. Sus piidos perforaron mis tímpanos. Mis labios contestaron perfilando una sonrisa antes de liberar un graznido.
Una ligera pluma albina se meció en el vacío.
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Muy bello, excelente elección y uso de las palabras 🙂
¡Gracias!