Te extrañan mis eñes.

¡Qué soñada era mi piel: de la hazaña

que le tiñeron todos tus rasguños!

¡Y con sus dos montañas, mis terruños,

qué lampiña era tu piel y qué huraña!

 

Visiones: tu cañada escudriñaba

mi cariñoso señuelo que empuño.

Luego reñí y, en el ensueño tuyo,

desempuñé de mi amor la champaña.

 

No olvido, tu guiño rompía mi ceño.

No te empañas, de recuerdos me baño.

Yo te añoro y mis sueños en ti empeño.

 

Mi dueña, pequeña Diosa de antaño.

Todos los años, tristes o risueños,

te extrañará la entraña de este extraño.

Oscar Raul Santos Lopez
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5 Comentarios

  1. Enhorabuena, es espectacular.
    En breve nos pondremos en contacto contigo.
    ¡Felicidades!

    1. Oscar Raul Santos Lopez dice:

      Muchas gracias por tu comentario. Aprecio en verdad que eligieron mi poema. Se lo escribí a alguien muy importante: esa mujer que los hombres podremos olvidar sólo después de que nuestro propio nombre resulte difícil de pronunciar, o quizá cuando no recordemos como caminar o cuando no sepamos si estamos vivos o muertos.
      Tengo una petición que espero que puedan de cumplir. Quisiera un tanto más de la revista para dárselo a la dueña del poema. Entiendo que tenga algún costo extra. Espero que sea posible. Muchas gracias.

  2. Elia Garcia Zarranz dice:

    Enhorabuena!!

  3. aurora dice:

    Felicidades Óscar, un saludo

  4. Luis Miguel Rubio Domingo dice:

    Hola Óscar, felicidades por el galardón. Me he permitido hacer un análisis métrico de tu soneto en el blog del Liceo Poético de Benidorm, espero que te guste.
    http://www.liceopoeticodebenidorm.blogspot.com

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