Fin del contrato

Mi querida inquilina:

Estas líneas son para recordarte que nuestro contrato vence muy pronto, sí, ya sé que últimamente pierdes la noción del tiempo por eso te aviso.

En un mes te desalojaré de mi sótano, y ajustaremos cuentas, aún me debes algunas cosas. La electricidad por ejemplo. Hace tiempo que no hemos revisado los electrodos y no conviene que se me estropeen, tengo una nueva inquilina a quien ofrecérselos cuando tú te hayas ido y quiero que estén en perfecto estado. En breve pasaré por ahí y los revisaremos juntos.

También tenemos pendiente alguna cosa con el agua. El mes pasado gastamos mucha con tanto ahogamiento. Creo que este mes tan caluroso lo repetiremos, pero para ahorrar voy a  purgar los radiadores y aprovechar su agüilla.

También estoy pensando en renovar un poco la celda, creo que ya es hora. Al fin y al cabo la tienes hecha un asco con todas esas salpicaduras de sangre y orines. Creo que debo pintarla. No me he decidido: el siempre alegre rojo pasión o el blanco cerebral. Me vas a tener que echar una mano, bueno, es una broma, en este caso necesitaré tu sangre o tu cerebro.

Ah, casi se me olvida. El teléfono, no lo has usado ni una sola vez durante tu estancia… creo que ya va siendo hora de que llames a tus padres y te despidas. Incluso, si quieres, podríamos hacer una prueba de grabar un video y subirlo a Youtube. Ya sabes que solo consumo porno y sado, espero que ellos sean tan liberales como tú. Me gustaría tanto tener un último recuerdo tuyo…

Bueno, querida, ha sido un placer enorme disfrutar de ti estos meses. Pero lo nuestro debe llegar a su fin, aunque siempre estarás en mi corazón, de hecho te alegrará saber que mi próxima invitada va a ser tu propia hermana, así todo queda en familia.

Hasta muy pronto, y hasta siempre,

Tu anfitrión

Mel Nebrea
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