María

 

Los fríos besos del invierno acariciaban la suave tez de la joven,mientras ella,cargada de multitud de libros de aritmética,historia y literatura caminaba por la densa nieve que aquel año,por su densidad al chocar con sus botas de cuero negro parecían como las deliciosas nubes azucaradas que por el mes de mayo vendía en la feria anual de Rondrik,un condado cercano donde no reinaba más que la soledad y la pobreza en invierno,pero que en verano se llenaba de numerosos turistas ansiosos por visitar su catedral de estilo gótico que había permanecido intacta sin ningún derrumbamiento asta la fecha de hoy.Maria tomo el camino corto asta su casa,dejándose llevar por el viento que jugaba a empujarla,mientras ella como la chiquilla que había sido reía y se deslizaba por la fría nieve de aquel invierno precoz.

Pronto y tras buscar detenidamente su humilde casa alojada en los nevados montes,la chiquilla entro despacio,quizás por miedo a encontrarse a su padre nublado por el alcohol derribando todo lo material que hubiera en la casa.Por suerte el hombre no estaba y ella pudo entrar,no sin antes cerciorarse de que se encontraba sola.Y María ya con la conciencia tranquila abrió los gruesos tirantes de su mochila ‘quizás ya este anticuada’ pensó ella al descubrir los abujeros que de seguro los ratones habían roído.

Con suma delicadeza,la joven saco de su mochila aquel pequeño libro de conjuros y demás hechicerías que su abuela la sabía Loreley Win, la última aborigen, le había entregado.Maria desplegó algunas paginas hasta que hayo lo que buscaba.Aí estaba la extraña letras a tinta negra de su abuela,ilegible para los que no comprendían la magia,sin embargo para ella ni el agua era más nítida que aquellas palabras.María respiró hondo y coloco sus negros mechones de cabello detrás de sus orejas.

» Y como las verdes ojos de la dama mas bella,

la dulce luna acuna la noche,como la voz más hermosa,

de la noche lunar» —pronuncio sin miedo mientras apagaba las candela del alféizar y encendía el fuego que quemaría su sacrificio—

» Y así pido con clemencia,que la magia me siga,

a buscar los recuerdos,de un pasado vivido,

que la magia guíe mis pensamientos, y despeje mis recuerdos»–sentencio la muchacha con decisión.Y como su fuera cosa de su hechizaría de entré sus piernas se halló un gato negro como la noche ‘la curiosidad mato al gato,esa era la advertencia’ pensó ella y de pronto la nube de su mente se despejó dándole pistas ‘Neswest’ ,el pozo perdido,el lugar donde las almas mas oscuras vagan,donde los discípulos de Satanás se refugiaban.Ese era su nuevo destino,bajo las tierras de Northjck,en tierras de nadie,donde sólo el mal reinaba.Aí estaba su destino.

Y con lo puesto y su libro de hechizos en la mano y su curiosidad al otro abandonó María su casa,quizás para jamás volver.

Serena tade win
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