ISABEL CONOCE EL NOMBRE DE SU AMADO cap. 8

Una vez más lo miró marcharse, siempre distraído, y ella, ella no existía para él. ¿Qué hacer para que él volteara a mirarla? Quería hablarle, presentarse, entonces renegaba de sí misma por ser tan tímida, tan cobarde.

          Y se dirigió a su mansión con su mente obnubilada… Entro pregunto al mayordomo por sus padres, le indicaron q habían salido… Subió las majestuosas escaleras de mármol y se dirigió a su habitación. 45 minutos después  llegaría Lana su mejor amiga encontrando a Isabel pensativa.

–Hola Isabel.

–Hola Lana.

–¿Qué te pasa?

–Lo vi Lana, nuevamente paso sin darse cuenta de mi presencia.

–Isabel ¿Has pensado en tratar de ya no verlo?

–Quiero… Pero… Me siento tan impotente.

          Se sentaron.

–¿Por qué estas así?

–Es que… Estoy desesperada. Por una parte me siento… Atrapada, confundida. Pienso en ya no verlo pero, solo de imaginarlo no lo concibo. ¡¿Cómo puede ser posible que el amor sea la gloria y el infierno a la vez?!

          Lana abrazó a su amiga tratando de reconfortarla.

–Ya pensaremos en algo Isabel. Te lo prometo.

          En el hotel de Luka Buhler, se encontraba él en su habitación cuando entro Cyrus nuevamente jugando con el balón de Básquet.

–¿Qué hace Luka? ¿Por qué no estás leyendo?

–Tomé una decisión Cyrus. No voy a regresar a Londres pronto. Voy a quedarme aquí.

–¡¿Qué?!

–Lo he decidido, ya me inscribí en la universidad.

–A ya veo, se trata de una broma.

           Luka miró con severidad a su amigo y éste se convenció de que él hablaba en serio.

–Veo que hablas en serio pero ¿Qué voy a hacer yo?

–Pues, puedes regresar a Londres, o bien decidir quedarte conmigo; esa decisión la tomas tú.

–Dime, esa decisión fue…

–Me enamoré Cyrus, simplemente me enamoré. Y haré lo que sea para conocer a esa chica.

–No entiendo Luka, Has leído infinidad de libros de poemas, de romanticismo. ¿Por qué estos fueron especiales? ¿No me digas que sólo por el increíble parecido entre tú y el rostro del chico de los libro.

–No sé, tal vez sea eso, ¿o me negaras que es extraño?

–Sí lo es, pero tal vez sólo sea una gran coincidencia sólo eso Luka.

–No negaré que sólo eso me tiene atrapado… Si no la forma en que escribe, añorando un amor verdadero, como el que añoró yo.

–Si pero lo añoras porque quieres, recuerda que ha habido muchas chicas detrás de ti…

–No es lo que quiero y lo sabes… –Fue y tomo un libro de su  mesa de lecturas y se lo señaló a Cyrus –ella es justo lo que yo busco ¿Entiendes? Añora lo mismo que yo… Ama, está enamorada del amor verdadero, te leeré algo…

–No, no, no…

–Claro que sí me escucharás…

          A regañadientes Cyrus se apoltrono en un sofá regence y escuchó a Luka leer.

                                      Una vez más te he mirado

Una vez más te he escuchado

Pero ¿Acaso me miras?

¿Acaso me escuchas?

Ahora más que nunca siento

La soledad.

En cada plegaria estás.

Siento vacío, tristeza, saber

Que puedo alcanzarte si quisiera

Pero yo misma soy el obstáculo

Para hacerlo.

Solo me queda el seguir mirándote

Y en mi mente seguir escuchándote.

–Bueno, yo no entiendo mucho de eso, pero, para ti debe ser especial, ya que hizo que te decidieras quedarte aquí, en este país. Y ¿Cuándo se lo dirás a tus padres?

–Lo haré mañana en la noche.

–Pero Luka, ellos nos dieron este lapso de tiempo, para distraernos un momento, esperan que regresemos para continuar con nuestros estudios.

–Bueno a la universidad que iré es la mejor. Así que por eso no hay problema, haré lo que sea necesario para encontrar a la chica de  estos pensamientos.

             Al día siguiente por la noche en la librería de Rob.

–Hola Rob ¿Cómo estás?

–¡Isabel! Que sorpresa, no te esperaba.

–Vine a ver unos cuantos libros.

–Tendrás que tener cuidado con lo que eliges.

–¿Por qué dices eso? –Dio cambio a una señora que llevaba un libro, continúo –me dijiste que tus padres habían llegado, y, dado caso que tienes una obsesión con la escritura de poemas, si te ven los libros se molestaran.

–No te preocupes, no se darán cuenta. Bueno Rob, nos vemos…

 –Ok cuídate.

             Al salir de la librería a unos cuantos metros se encontraba nada más y nada menos que el amor de su vida, acompañado de su mejor amigo, ambos, venían platicando, no la miraron, absortos en su charla…

–Vamos Luka eso está mal…

             ¿Acaso había escuchado bien? Se mantuvo a distancia mientras ambos chicos se pararon a unos cuantos metros de ella disintiendo uno del otro…

–Nunca iré contra lo que pienso, lo siento…

–Estás mal Luka…

             Entonces lo oyó una vez más, si era su nombre, Luka era el nombre del ser amado, y justo cuando iban pasando frente a ella, Cyrus la miro por un instante, Isabel vio que le iba a hablar, la verdad sentía que si le hablaba al gran amor de su vida se iba a desmayar, así que en cuanto vio que Cyrus se iba a dirigir a ella…

              Se fue de prisa, antes de que Luka la viese, Isabel iba muy nerviosa que chocaba con todo tipo de gente que se cruzaba por su camino, tras la mirada azorada de ambos chicos.

–¿Qué le sucede a esa chica?

–No tengo idea. Ven, te mostraré unos libros.

             Por lo pronto ya fuera de la vista de ambos chicos, Isabel iba emocionada, sin creer que ya sabía el nombre de su ser amado. “¡Luka! ¡Luka! ¡Al fin se tu nombre! ¡Al fin mi protagonista tiene un nombre! ¡Al fin hay un nombre que decirle al viento!’’

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