Emigró a la capital de su país, por la mala calidad de vida y la escasez de recursos que presentaba su pueblo. Tardó varios años en volver a pisar su lugar natal. De vez en cuando, enviaba cartas a sus padres en las que contacta su grata experiencia.
Un día volvió para pasar las vacaciones. Cuando llegó a su tierra, se sintió algo desconcertado. No sólo se dio cuenta de que el agua del río ya no era turbia, sino que también había un centro médico a nivel local. Eran obras resultantes de la cooperación de países desarrollados.

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Ursula M. A.

Me gusta crear historias (ya sean microrrelatos o narraciones más extensas) y que la gente disfrute leyéndolas. Mi género favorito es la fantasía, pero no rechazo adentrarme en cualquier otro que no sea complicado a mi parecer.

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