Caramelos de anís
- publicado el 19/10/2014
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Pánico a las 12:00
La oscuridad me impide ver que o quien anda ahí, pero el ruido es evidente. Es medianoche y hace rato que me fui a la cama a dormir.
Algo o alguien se acerca rápidamente a mi cuarto desde el pasillo. Intento tranquilizarme pensando que se trata de una broma de mi hermana y sus amigas.
«Taca taca-taca»
El ruido se acerca más y más a mi cuarto. A pesar de que me ha expulsado de mi sueño, estoy tan alerta que el cansancio no me afecta. Por la ventana un haz de luz de la luna llena ilumina el suelo de mi cuarto y parte del pasillo. Siempre he sido muy miedoso, por lo que mis padres siempre me dejan la puerta abierta.
«Clap clap clap…»
¡Lo he visto! ¡Oh, Dios! Un ser de gran tamaño ha cruzado el pasillo. Mis manos estrujan la sábana con la que me cubro y comprimo mi cuerpo en la cama, intentando pasar desapercibido.
Por suerte esa cosa pasa por alto mi cuarto y sigue avanzando por el pasillo. Sin venir a cuento me doy cuenta de que nuestro cuerpo está muy perfeccionado a la hora del peligro. Se me han abierto tanto las pupilas que puedo ver en la oscuridad perfectamente.
Pasan unos segundos y el ser no da señales de vida. Me armo de valor y me despego la sabana. Cuando ésta toca mis piernas desnudas, me doy cuenta de que me he meado encima, pero esto no me impide levantar de la cama.
Cuando casi estoy levantado por completo mis oídos perciben un nuevo sonido. Parece venir del cuarto de mi hermana pequeña.
Agarro la lámpara de mi mesilla y la desenchufo de la corriente eléctrica. Enrollo el cable alrededor de la lámpara para que me pueda servir de arma. Mis piernas empiezan a temblar, pero camino hacia la puerta de mi cuarto, decidido a averiguar qué está ocurriendo en el cuarto de mi hermana. Apenas doy tres pasos cuando de repente un chillido rasgado brota de la boca de mi hermana en su cuarto.
Unas pocas décimas de segundo después suena el ruido de un cuerpo cayendo al suelo. Sospecho que se trata del de mi hermana.
Al salir de mi cuarto el ser abandona la habitación de mi hermana y corre hacia las escaleras. Antes de bajarlas se da la vuelta y me mira a los ojos. Yo miro al ser. Debido a la oscuridad solo puedo fijarme en sus ojos.
Noto un escalofrió desde mi rabadilla hasta la nuca. Una gota de sudor me cae desde la frente a la mejilla y el horror hace que se me escape la lámpara de los dedos y caiga ruidosamente al suelo.
El ser mide casi el triple que yo. Sus ojos son blanquísimos tienen unas pequeñas pupilas en el centro. Su mirada es de odio. Pensé que sería de hambre o incluso de miedo, pero no de odio.
El ser debe de considerarme algo peor que a la basura, pues baja las escaleras lentamente. Me vuelvo a armar de valor y recojo la lámpara del suelo y la empuño. Acto seguido bajo las escaleras.
La luz de la cocina está encendida y veo como la sombra del ser agarra un cuerpo y se lo acerca a la cabeza. Los ruidos emitidos son los del desgarro de músculos y el choque de unos dientes hambrientos.
Avanzo hacia la cocina y veo como el ser se está comiendo a mi madre. El ser está de espaldas, por lo que sigo sin poderle ver bien, pero esta vez veo que de su tronco cuelgan dos extremidades largas con las que agarra a mi madre, y otras dos que le mantienen de pie.
Me acerco sigilosamente y le asesto un golpe con la lámpara en lo que parece ser su columna vertebral. El ser grita y se da la vuelta. Esta vez su mirada es desafiante.
Veo como alarga una extremidad y me agarra del pie. Da dos vueltas con el brazo y me arroja contra la pared de la cocina. Noto el chasquido de mis huesos y como me brota la sangre de la cabeza. Alzo la mirada hacia arriba. Mi mirada está llena de terror y de súplica. Mi mirada suplica por mi vida.
Esta vez puedo ver perfectamente al ser. No sé cómo no me di cuenta antes. Tiene un gran tronco, dos grandes piernas que le permiten correr rápidamente y soportar mucho peso, y unos brazos largos y poderosos. El ser humano ha llegado a mi casa.
Autor: Germán Pérez Campo, 11 de Agosto del 2008
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Brutal. Un final muy grande.
Aquí has bebido de Lovecraft, eh?
Si te digo la verdad nunca he leido a Lovecraft. Esto ha sido por inspiración divina xD
Te prometo k tengo una en borrador en papel escrita k es parecida, luego la cuelgo
Esto va a ser muy grande xD