Voy a comprarme unos tacones.

Apenas sé lo que hago. Y a duras penas encuentro un motivo para hacerlo. Echarte de menos no es suficiente. Pensar es demasiado.
Llevo dos días sin llorar, sin soltar una lágrima, y me parece tremendo, un logro, una hazaña increíble. Supongo que me siento orgullosa. Por no llorar. Apenas sé cómo lo logro. Alguna lágrima intentó escaparse en alguna ocasión. Y a duras penas pude retenerla. Lo demás no tiene sentido.
Mirar tu ordenador, después de días dudando si hacerlo, intrigada en no sé qué, obsesionada con obtener más de ti, lo que sea, ya sea a escondidas y de forma desleal, pero tener más de ti, más, tuyo. Descubrir cosas me trastornó un poco. Me arrepentí rápido. Si no me dices, si no me das, será por algo. Preferí no haber leído nada. Si me pillas y me señalas no puedo culparte. Tu sentencia es bastante castigo.
Debo cambiar tantas cosas que no sé por dónde empezar. O sí.
Voy a empezar por comprarme unos tacones. Mis primeros tacones, con 23 años. Por ahí voy a empezar. O tal vez empecé hoy, tomándome un café con un desconocido.
No lo sé. Pero quiero saberlo. Ando en una nube de resignación, empeñada en soportar estoica y salir victoriosa. Intento confiar en mí misma. Sumar puntos en tu escala. Sorprenderte. Sobre todo eso, sorprenderte. Verme renovada ante ti y ante mí, ante el mundo entero.
La novedad, de nuevo, podría enamorarte.
——————————————————————————————————————————————–
Palabras. Unas detrás de otras. Sin pensar. Letras. Palabras. Frases. Pensamientos. ¿Sentimientos? Casi seguro. Por supuesto que se me van a escapar.
Que me den un lápiz y un papel. Un ordenador me gusta menos, pero también pueden dármelo. Incluso podría bastar con silencio. Al fin y al cabo, son palabras que dichas o escritas, dicen lo mismo.
Desvariando un poco. Sobre la marcha. Sin complejos. Sin propósito. Quizá como contigo. O quizás no. ¿Quién lo sabe? Quien lo sepa, que me lo diga.
Si lo supiera sería más fácil, supongo. Y tendría menos valor. Lo que no cuesta, no vale. Recordar no es el camino más recomendado, ni el que más me gusta, pero desde luego es el único que conozco.
Palabras. Para ti no son nada. Hoy dijiste que hablar es un arte. Ayer apenas me diste un aprobado.
De vez en cuando te toco y siento tus ganas, o me las imagino.
Ayer estuve un tiempo indefinido oliendo tu ropa sucia. Estaba muy limpia comparada conmigo, supongo.

onanistaenamorada
Últimas entradas de onanistaenamorada (ver todo)

5 Comentarios

  1. Primero he pensado «mooooola», pero luego he mirado hacia atrás y me he visto a mí misma… 🙂

  2. onanistaenamorada dice:

    mmmm y es malo verte a ti misma? no acabo de entender eso…

  3. Lascivo dice:

    este blog no está categorizado por géneros, por defecto va a «Zona Basura». Pedimos a todos los usuarios que clasifiquen sus relatos por géneros. Los que no, irán a la basura.

  4. Malo no, es simplemente casualidad.

Deja un comentario

Tu dirección de email no será publicada