A la hora señalada. Capítulo 5
- publicado el 02/07/2012
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Canción Triste del Flautista de Hamelín
—Corría el año 1284 en la ciudad alemana de Hameln. En Hameln tenían un problema, una gran plaga de ratas. Nuestros cronohistoriadores han logrado descifrar los textos de esa época. El más fiable habla de un flautista que hipnotizaba a las ratas con su melodía. ¿Os suena de algo?
—¿Un inhibidor psicotrópico?
—Exacto, Kowalsky, un inhibidor. Por otra parte, supongo que conoceréis a Walt Singermann.
—¿El famoso pederasta? Creía que llevaba varios años en la cárcel, en animación suspendida.
—Pues hace tres semanas que ha escapado.
—¿¡Escapado!? ¡Pero es imposible escaparse estando en animación suspendida!
—Calma, Meyer. Sospechamos que alguien de fuera le ha ayudado. Quizás un admirador. Pero ya tengo a Collins y a Patrick investigando ese caso. Lo que nos preocupa ahora es otro tema. Cuando escapó, Singermann robó un inhibidor psicotrópico de la enfermería del centro penitenciario donde estaba. También sabemos que secuestró y amenazó de muerte a una enfermera y al científico jefe de la instalación. Está todo grabado.
—Pero, señor, teniendo en cuenta que en la mayoría de las cárceles se hacen experimentos con los reclusos, ha podido robar mucho material científico.
—Y de la más alta tecnología. Concretamente ha robado, además del inhibidor, un recelerador de tiempo propio. Es decir, que puede moverse a través del tiempo.
—¡Señor! ¡Eso es imposible!
—No, Meyer, es perfectamente posible, pero esta información es, de momento, alto secreto. Por eso no os habíais enterado aún. ¿Sí, Kowalsky?
—Supongo entonces que los hechos que nos contaba de Hamelín tienen relación con Singermann.
—Eso es. El departamento de Cronohistoria y el Cronoforense están trabajando juntos para seguirle la pista, y estiman con un noventa y ocho por ciento de probabilidades, dado los restos que ha ido dejando y su perfil delictivo, que está, o más bien ha estado, en Hameln.
—Pero, comisario, señor, el cuento terminaba mal, ¿no? Pasaba algo con los niños.
—Exacto, Sánchez, si no lo recordáis, en el cuento el flautista se llevaba las ratas, hipnotizándolas con su flauta, por encargo de la ciudad de Hameln, o Hamelín. Pero como no pudieron pagar el precio que exigía el flautista por haberles librado de las ratas, volvió a usar su flauta para llevarse hipnotizados a decenas de niños, a los que no se volvió a ver. Señores, no hace falta recordarles que Singermann es un pederasta reincidente que jamás ha mostrado ningún signo de rehabilitación.
—Todo encaja con la historia.
—Exacto. Hemos llegado a la conclusión de que usó el recelerador de tiempo propio para viajar a 1284 y que ha estado usando la flauta, o más bien el inhibidor psicotrópico, para raptar a esos niños. Los cuerpos de la enfermera y el científico del centro penitenciario de donde escapó han sido encontrados en un descampado en las afueras, cerca de Apacawak Spring. La enfermera presentaba signos de extrema violencia, el hombre fue ahogado con una bolsa de plástico.
—Hijo de puta…
—Meyer y Sánchez, vosotros viajaréis a Hameln de 1284, investigaréis desde enero a julio. Buscad cualquier posible rastro de Singermann. Si le encontráis, recordad que lleva el inhibidor psicotrópico. Tenéis carta blanca para usar munición letal contra él, si fuera necesario. Pero tendréis que volver con el cuerpo. Kowalsky, de agosto a diciembre iréis tú y Voldam, si se digna a asomar su nariz por aquí hoy.
—Sabe que siempre llega tarde, señor.
—Y siempre de resaca, pero este caso es importante. Hay que detener a Singermann y evitar que secuestre y mate a esos niños. Id y capturad a ese cabrón, y que quede para la historia que el jodido flautista de Hamelín no era más que un pederasta hijo de puta.
Yizeh Castejón. 30 de Marzo de 2009
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Segundo aporte para el concurso, espero que os guste
XDDD genial. Me lo he pasado muy bien con el relato. No había pensado así lo del flautista XD
Jaja, que grande… creo que tienes mi voto a la espera de leer todos los demás…
(por cierto, las ratas eran ratus ratus, de las ratus ratus de toda la vida)
Eran rattus rattus, en esa época, tb llamadas rata negra juju
Lo del Cronohistoriador ya lo habia escuchado, al igual que Meyer. Es el escritor que inventó la historia de John Titor… la mayor leyenda urbana de internet.
Pues no había oído hablar de John Titor nunca. Ni sabía que Meyer era un escritor. Vamos, que me lo he inventado todo.
Un clásico es un clásico. A mí me gusta. No se parece a la historia de John Titor…¿ambos son viajeros del tiempo? ¿Y?
Yizeh es chachi…. ¿vale?