Esclavo de la luna
- publicado el 20/01/2014
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Viaje a la retrospección de mi mente.Parte III
Anduve por un pasillo tranquilo, sinuoso, de colores afines mas cercanos a rojos que a otra cosa … Me detuve ante una puerta de madera, sus bonitas formas me cautivaron, fui a rozarla con los dedos y desapareció, dejando ante mi unas escaleras de piedra.
Baje por ellas, me puse nervioso. No veía ni el techo, ni el suelo, solo notaba que las angostas paredes cada vez me oprimían mas, y así me sentía oprimido, no podía respirar, tal sensación no se la deseo a nadie. Después de un largo rato, a mi me pareció infinito, llegue a una estancia desconcertante.
En sala no se veía absolutamente nada, mis ojos empezaron a acostumbrarse a la oscuridad, la estancia en la que me encontraba era gigante, mirara hacia donde mirara , veía puertas y mas puertas, suspiré, ¿Qué iba a hacer ahora?, decidí caminar un poco, me percaté de que había algo flotando en el aire, desde mi posición no sabría decir de que se trataba, me acerqué, con mucho cuidado y lentamente, ya no me fiaba de nada, cuando estuve a un par de metros vi lo que era.
Un cerebro. Estaba flotando delante de mi, parecía que me hablaba, sentí el impulso de acercarme, y eso hice, me acerque, me llamaba, cada vez estaba mas nervioso, tenia la boca seca, el corazón se me salía por la boca, mi mano tenia vida propia, iba a tocar aquella cosa, mientras mi mente luchaba para reprimir ese instinto cada vez estaba mas débil, finalmente mi mano se poso sobre esa masa de sesos, estaba calido, me sentía muy bien, empecé a relajarme quería dormir, mis parpados bajaban poco a poco …
Abrí los ojos como nunca, una descarga eléctrica revolvió todo mi cuerpo, un sacudida de electrones que no cesaban de pasar por mi me cauterizaba, se iluminó toda la sala, del cerebro miles de finos hilos relucientes color platino, conectaban con las puertas, al parecer todas las puertas tenían un hilo de eso, cesó el dolor, y me caí para atrás, jadeante decidí quedarme un tiempo allí y descansar.
No se cuanto tiempo pase en aquella sala, pero decidí que era hora de moverme, me levante y fui andando entre aquellos delgado hilos de platino, me pico la curiosidad y toque uno, tal como lo cogí se partió … Pero lo mas curioso fue … Que volvió a generarse otra vez, gire sobre mi mismo, y decidí entrar en la primera puerta que viera.
Y así fue como seguí vagando por la inmensidad de mi mente …
Zsde.
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genial, el ritmo que usas para las descripciones en el tercer párrafo es genial… pero devo agregar que te(le) faltan un par de comas….
Sigue siendo un relato genial