EL AVISO – PARTE 3

Andrés abrió los ojos en el instante en que sintió los primeros rayos de sol sobre su cara. Había permanecido así, sin poder dormir, únicamente con los ojos cerrados, durante toda la noche. El aparato había dejado de grabar hacía ya mucho tiempo, pero Andrés se había sentido incapaz de mover un solo músculo. Estaba indefenso, solo ante aquello cuya presencia había estado notando hasta hacía unos minutos. Parecía que la luz cegadora del sol lo había ahuyentado.

Se incorporó y rebobinó la cinta. Ahora tocaba escuchar lo que se había grabado. Dudó un instante, pero decidió que no había pasado aquella noche en vela para no conseguir nada ahora. Tragó saliva y apretó el botón. Lo primero que reprodujo la grabadora fue la propia voz de Andrés, tras cogerla en el coche. Después, unos segundos de silencio…

Pasó aproximadamente un cuarto de hora hasta que Andrés pudo escuchar algo más que el fuerte viento golpeando los cristales de la ventana. Subió el volumen al máximo y prestó atención. Mientras escuchaba, quedó totalmente petrificado ante lo que la cinta había dejado registrado. Andrés podía escuchar, con bastante claridad, una voz, pero no una cualquiera. Aquella voz suave, tierna, la había escuchado la misma noche anterior, en el hostal. Estaba seguro de que allí no había entrado nadie en toda la noche, pero aquella forma de hablar era inconfundible. Aquélla era la voz de la mujer que le había atendido en el mostrador, la misma que había retratada en aquel cuadro, la misma que llevaba 23 años muerta. Lo que decía desconcertó aún más a Andrés. La voz de la mujer repetía constantemente el nombre de una persona a quien era imposible que conociera: “Sara,… Sara,… Sara…”

Andrés salió de la cama, abrió la puerta de un portazo y se dirigió escaleras abajo lo más aprisa que pudo. “Es imposible que la conozca. Ni siquiera he hablado de ella aquí… ¿Qué significa esto?”

Tenía la sensación de que algo no iba bien, eran ya demasiadas cosas fuera de lo normal las que habían ocurrido. Alterado y corroído por el pánico, llegó al recibidor. Allí, apoyado sobre el mostrador, estaba el anciano:

-Señor, ¿le ocurre algo? –el hombre parecía alertado ante la repentina llegada de Andrés.

-¡Un teléfono! ¡Necesito un teléfono! ¡Rápido!

El anciano señaló, tembloroso, una esquina ennegrecida. Allí, un viejo teléfono colgaba de la pared.

-Señor, ¿puedo preguntar…?

Andrés no dio tiempo al anciano de seguir hablando. En un abrir y cerrar de ojos se había situado junto al teléfono, lo descolgó y comenzó a marcar el número de su casa. Aquellos segundos de espera se le hicieron eternos. Sonaban los tonos, uno tras otro… Por fin, alguien contestó:

-¿Diga?

Aquella voz de hombre era totalmente desconocida para Andrés, que permaneció mudo durantes unos instantes.

-¿Oiga? ¿Hay alguien ahí?

-Sí, soy Andrés Jiménez.

-¿Andrés Jiménez? ¿Es usted el señor Jiménez, el esposo de Sara Cruz?

-Sí, sí, soy yo. Y usted es…

-Agente Ramírez de la Guardia Civil, señor. Hemos estado intentando localizarle durante toda la noche.

Andrés hizo memoria. La batería de su móvil se había agotado en mitad de la conversación con su mujer, justo antes de advertirle sobre aquel prófugo…

-Señor Jiménez, tengo una mala noticia que darle. Su mujer… ha sido asesinada.

-¿Qué? ¿Cómo dice?

-Según hemos podido deducir, un hombre armado entró en la casa por la puerta trasera del patio, que estaba abierta, entre las dos y dos y cuarto de la madrugada. Su mujer estaba allí dentro y… bueno, creo que es mejor que usted venga aquí. También debo informarle de que el asesino ya ha sido capturado. Ha sido identificado como un preso que se había fugado ayer mismo de la cárcel de…

-¡¿Cómo?! ¿Ha dicho el preso que se fugó de la cárcel? ¿Del que ayer mismo alertaban las noticias?

-Sí, sí señor. Le detuvimos esta misma noche. No dude que cumplirá la condena que…

-Perdone pero, ¿ha dicho que entró sobre las dos y cuarto de la madrugada…?

 

***FIN DEL RELATO***

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3 Comentarios

  1. Zilniya dice:

    o.O uoooohhhhh!! Muy buena historia de miedo, para contarla de noche con tormenta es ideal! La única pega que le veo es que el final era un poco previsible. Aún así, la trama consigue hacerte dudar.

  2. Carita dice:

    Me extraña que solo Zilniya y yo te comentemos tu relato…
    En fin, creo que está bastante bien, quizás sí, el final es previsible, pero me ha gustado la redacción, está muy cuidada.

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