Oh luna, luna… (Vida y obra del imaginario Bengalita)
- publicado el 25/04/2009
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La luna de julio
No podía dormir. Llevaba toda la noche dando vueltas en la cama. La atmósfera sofocante de la habitación tampoco ayudaba a conciliar el sueño. Quizás me levanté una docena de veces, e iba a la cocina a beber agua, mas como pretexto para moverme un poco que por sed. Y en una de esas rondas nocturnas –quizás fuera la última, no lo recuerdo- me acerque al balcón.
Me apetecía sentir aunque fuese unos segundos la brisa fresca que se movía tímida por la calle. Puse un pie descalzo sobre el suelo enladrillado, después el otro. Me pensaba un loco allí, a las 5 de la mañana, observando un paisaje carente de otras personas, que más sabiamente que yo, se encontraban durmiendo profundamente. Pero el aire me refrescaba; no la piel, sino la mente, si es que eso era físicamente posible.
Y observando el cielo urbano, la descubrí. Allí estaba, colgada solo para mí. Posiblemente fuese la luna más bella que en mi vida había visto. Estaba llena, redonda y lo suficientemente baja como para sentirla cercana y distante al mismo tiempo. Brillaba. Refulgía ligeramente con una luz espectral, haciéndome llegar su contorno con un halo blanco-azulado. Estaba prácticamente sola en el cielo. Apenas si se veían estrellas, y las pocas que había pasaban desapercibidas ante aquella majestuosidad.
Por un momento me sentí arropado y sobrecogido al mismo tiempo; mis problemas volaron de mi cabeza. Pero eso solo fue un momento. Avancé hasta quedar con los brazos y la cabeza en contacto con la reja que cubría todo el balcón. Apoyé mi barbilla sobre el metal, contemplándola. La ironía de la situación era opresiva. No me importaba, quería mirarla un poco más. Se veían sus cicatrices más llamativas, ¿pero cuántas no serían apreciables por mi ojo? Me sentí triste. Quise abrir la reja y extender el cuerpo y los brazos para alcanzarla. Pero sabía la distancia que nos separaba.
La contemplé unos segundos más y me di la vuelta perezosamente. Caminé despacio hasta mi habitación y me tendí de nuevo en la cama. Pensaba en muchas cosas. Y sabía porque me había enamorado esa luna de julio. Tan hermosa y brillante como tú. Tan misteriosa y cálida al mismo tiempo. Tan cercana y comprensiva, pero al mismo tiempo tan distante, tan lejana. Y las rejas, y los muros de la distancia. ¿Cómo iba a no amarla? Allí, colgada en el cielo, esa viva imagen tuya.
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aaaa…. umm…. ehem…. yo…. wow….
No entendí el comentario. Esperemos que sea bueno jeje
No se que pasa que hay un espacio tremendo entre el escrito y los comentarios. Juro y perjuro que no es obra mia…que cosa más rara.
Uy, hay una opción nueva de «Me gusta». Pero no veo el botón.
Ah, ya lo tengo. Hay que Iniciar Sesión y darle a «♦Like» en la barra que aparece arriba para los usuarios de wordpress. 🙂
¡Ohhhhhh! Tiene más de descripción que de relato, aunque podría casi ser una prosa poética… No sé definirla. ¡¡¡¡Me gusta!!! 😀
PD: Gracias por cuidar tanto la ortografía. 😉
En realidad la acción del relato es relativamente corta, quería poner más enfasis en lo que aquello significaba y en las sensaciones. Es por eso que es quizás demasiado descriptivo.
También debo de admitir, ahora releyéndolo, que la pregunta «¿cómo iba a no amarla?», me ha quedado muy Anne Rice jeje
Respecto a la ortografía, intento cuidarla todo lo que me es posible, pero soy muy despistado y se me suelen colar muchas cosas.
Muchas gracias.
De paso, te dedico un haiku que se me ocurrió anoche:
Ando de noche
despacio, para huir
de los calores.
-Haiku de una noche de verano-
Muchas gracias ^_^
Siempre he querido saber como se escribe un Haiku.
Es bueno, muy bueno.
Me ha dejado sin palabras.
jeje vale, perdona mi falta de vista.
Muchas gracias.
Me ha encantado esa forma de describir la luna con tanto sentimiento. La verdad es que me ha sido muy gratificando leerlo.
Mi enhorabuena.
Nos vemos,
Iraultza Askerria
Muchas gracias.
Me alegra mucho que te haya gustado.
Normalmente no escribo de manera regular, sino que acudo a la «inspiración». Lamentablemente, casi siempre esta inspiración me viene por malos momentos. Y bueno, si al menos de esos momentos se puede sacar entretenimiento para unos minutillos ajenos, o para hacer pensar un poco a los demás, creo que al menos habrá valido la pena.