El Verdadero Monstruo
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Y uno solo quedo de pie en ese campo desolado, donde sus seres queridos cayeron, donde todo lo que conocía de repente se esfumó. Sin mi[...]
De astros reyes y miedo al papel mojado
Te escribo para decirte que el gato encerrado escapó. Nos empeñamos en abordar los misterios de esta ciudad de mutismos con la vanidad de quien intenta otorgar a los hombres algo más que sólo el fuego, pero aun hoy todos los transeúntes caminan callados, evaporándose del alba al crepúsculo entre hormigón y hierro, para una noche más dormitar sin sueños.
No existe ya aquella canción que arrastraba a los incautos a callejones secretos, se perdió como el último de esos sabios sin nombre que un día se subieron a las farolas para gritar lo que hasta entonces todos habíamos callado; al olvidarla yo, al olvidarles todos, regresaron arrastrándose al silencio de los libros prohibidos que ardieron en las fogatas del último invierno.
Nuestro reino del pavimento se hundió en el lodo inconcluso de sus propias ideas cuando todas las sombras ambicionaron hablar a la vez.
Y hoy yo sólo puedo seguir los raíles del tren que usaste para huir y consolarme con el brillo de un horizonte que siempre escapará a quienes en esta ciudad seguimos buscándole sentido al fluir inexorable de la arena en los relojes. Da igual, puesto que, necio y cobarde como eras, en el precipitarse del olvido siempre quedarás como el más sabio de todos nosotros. Sé, por eso, que esta carta nunca llegará donde quiero. Sé que no importa si la lees o no porque en ningún caso valdrá para cambiar el sentido ni el fin de lo que nos propusimos hacer entonces.
Hoy los transeúntes siguen sin mirar al cielo, sin querer más de lo que no esperan, sin atisbar siquiera lo que ya jamás tendrán. Los años fluyen y aquí hasta los años dan igual. A la mesa se sientan los mismos sombrereros locos para repartir la tarta y vaciar el té frío, una vez más, en el insondable cansancio de unas calles que nunca dejarán de apagarse.
Que salga el sol ya no otorga ninguna esperanza. Morimos sin morir del todo.
Y tú ¿Vives?
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Tienes un estílo denso, denso, Asfalto, pero bonito… y diría que has tenido desencuentros con el 15m? jiji
Qué graciosa que eres Jimena. Me parto la caja. Ni siquiera te molestas en pasar desapercibida, verdad? Para qué narices molestarse? Ya tienes lo que querías, ahora haznos un favor a todos y vete a cagar, bonita.
Como te pasas Tristán, no esperaba menos, claro. Y sí, no tengo nada que esconder. Internet es libre y leo y digo lo que me da la gana. Y ya te he dicho que me gusta como escribes, no sé a qué tanto secretismo y verguencítis de niño de cinco años.
Por no añadir que si tantísima rabia te dá no entiendo por qué narices lo pones en Internet.
Chicos, disculpadme, pero me tengo que poner serio.
Este tipo de comportamientos no los podemos permitir. Asfalto, creo que eres un gran escritor, no entiendo a qué vienen estos insultos. Jimena, eres una ardua comentarista, pero espero que no hayas venido a meter el dedo en el ojo a un usuario concreto (sería muy decepcionante).
En todo caso, Asfalto, tu comentario sobra mucho. Muchísimo. Así que, por favor, te ruego que pidas disculpas. En Sopa de Relatos no hay sitio para los insultos. Aquí vienen muchos escritores a compartir sus obras, las opiniones contra terceros están de más, y mucho. Puedes repasarte las normas si quieres, lo dice muy claramente: es motivo de expulsión.
Jimena, si de verdad no hay motivos ocultos en tus comentarios, te pido disculpas como administrador por el comportamiento de este usuario, te aseguro que no es la retórica general de esta web.
En definitiva, Asfalto, que espero tus disculpas, en un comentario en este mismo hilo, tanto a Jimena como a todos los usuarios. Nadie tiene porqué ver este tipo de comportamiento.
Un saludo a todos.
Yizeh, yo no he venido aquí a nada más que a leer, que es por lo que esta página me gusta. Supóngo que no es la tónica general, no me pidas disculpas. A diferencia de Asfalto, yo sí se hablar como las personas.
Conociéndole no pedirá perdón, pero por favor no le expulses. Tampoco se merece eso.
La verdad, Jimena, creo que este último comentario tuyo te deja a la misma altura que el anterior de Asfalto. Es decir, que sobra.
Nunca había visto algo así en esta web, espero que el resto de usuarios no se lleve una opinión equivocada por vuestra culpa.
Y disculpad mi tono, pero no es para menos.
Jimena, si tus comentarios van a ser de esta guisa, te pediría que no comentaras más. Por favor, sólo críticas y opiniones de los relatos, las guerras personales dejadlas en casa.
Un saludo a todos.
Pido disculpas a todos los usuarios de Sopa de Relatos que hayan podido sentirse violentados con semejante despropósito. Y por razones obvias, me despido.
Seguid escribiendo
Un saludo.