La Censura
- publicado el 13/03/2014
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La Llave
Soñaba que estaba entre rejas
A pesar de mi confinamiento, tenía todas las llaves del mundo, una interminable colección unida en un gran aro y cien años para tratar de salir de la celda; cuando fallaba una llave, probaba una y otra más.
Por una ventana, podía ver el mundo con sus tragedias y sus dones. Solamente podía observar, nadie podía escucharme, gritaba cada vez más fuerte pero mi voz se ahogaba como se ahogan los sueños. Una llave tras otra, mi mente se consumía, mis manos se cansaban de los fallidos intentos, a veces me derrumbaba, otras tantas seguía intentándolo. Mientras, por la ventana, el mundo seguía girando con sus glorias y sus muertos, con sus contradicciones y sus miserables guerras; la apología del mal se engrandecía, los mismos hombres enaltecían la muerte por la muerte misma y llamaban al cinismo, “persuasión”; las miserias humanas se glorificaban y se condenaba la sabiduría.
Finalmente llegó el mágico “clic”, la llave que abría mi celda estaba por fin en mis manos, podría ser libre, intentaría cambiar el mundo, redirigir los acontecimientos, exponer las ideas que atesoraba, derrumbar la muralla y las fronteras convenciendo a mis iguales del valor y la grandeza.
Cuando estaba en esos pensamientos, mi entero ser se acobardaba y temía por mi efímero cuerpo, el bienestar en mi celda, la búsqueda interminable y su justificación creíble, entonces, la llave que abría mi celda se me perdía de nuevo en el mundo mientras soñaba que estaba entre rejas.
- Notas solidarias - 25/04/2014
- Reencarnación - 23/04/2014
- El reloj - 17/04/2014
Muy bueno Camila, un abrazo
Aurora
Muchas gracias Aurora, es bueno recibir comentarios, vos sabés que los escritores nos nutrimos de este camino de doble via, abrazo grande para ti también y a seguir creando.