Sobrevir al futuro – 1.

Me desperté, la claridad de las primeras horas de la mañana, iluminaba la habitación de piedra y madera de la casa que había alquilado en la montaña.

La escogí por las vistas que tenía, se veía todo el valle y al final del horizonte se dejaba vislumbrar el skyline de la ciudad. Era curioso ver cómo un lugar tan tranquilo y aislado, estaba tan cerca de la ciudad más grande del país.

Al levantarme siempre tenía el mismo ritual; lo primero abrir las ventanas y la persiana, ponerme las gafas y salir al balcón a contemplar la naturaleza en todo su esplendor, y por supuesto respirar el aire mas limpio que te puedas imaginar.

Me asomé como todas las mañanas, normalmente se oían los pájaros, el viento y el sonido del pequeño arroyo que rodeaba la finca. Esa mañana comenzó como las demás, llevaba apenas unos segundos cuando todo se quedó en silencio.

Tardé unos segundo es darme cuenta, cuando me quedé concentrado en el silencio que me rodeaba, una luz muy brillante llamó mi atención.

Miré al horizonte donde se podía ver el perfil de la ciudad, y contemplé con incredulidad y después con miedo como una bola blanca y después gris rodeaba toda la ciudad. Pensé por un segundo que podría ser contaminación o una densa niebla que era típica de la zona, ojalá hubiese sido eso, tras unos segundos de esa intensa bola brillante llegó el tremendo estruendo que hizo que vibrase toda la casa.

En ese momento lo comprendí, y me invadió un miedo y una angustia difícil de describir, lo que estaba viendo no era niebla ni contaminación, era el comienzo de una devastadora destrucción que cambiaría para siempre nuestro planeta y nuestra historia como civilización.

Sergio Gonzalez
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