Entrañas

Vomito todas mis entrañas.  Mis jodidas entrañas.  Aún tiemblan sobre el asfalto. Puede que el que tiembla soy yo, no lo sé, estoy algo mareado. Empiezo a dejar de verlas entre una masa blanquecina, parecía que aquel vapor no iba a cesar nunca. No  estoy seguro de por qué lo hice. Una arcada, nada más. Ya no siento el frío de los vaqueros. Ni el mareo, ni el viento en la cara, ni el mal sabor. Tengo un cigarro en la mano, pienso en encenderlo;  pero finalmente no lo hago. Me aterroriza la idea del humo dando vueltas en mi interior. Puede que las vaya a echar de menos en algún momento. ¿Echar de menos? Por un instante pienso en volver y recogerlas, guardarlas en algún lado. Me daría asco que alguien las manoseara y pudiera conocerme. Tampoco lo hago. Si lo hiciera os privaría de esta historia; de mi historia.

Estoy tranquilo. Ya no pienso en lo que he dejado al lado de la parada del bus. Voy en el tren; he elegido otro camino, otro lugar. Tampoco pienso en estrangular al gilipollas que va escuchando música sin cascos o en lo mucho que me asquea saber qué haré esa tarde. He dejado de pensar en esas cosas. Ahora podría ser cualquiera de esas personas que no me interesan lo más mínimo. Me siento en calma. Ni sudar, ni palidecer, ni si quiera sonreír. He elegido limitarme a respirar. En tragar y escupir el aire sin importarme nada más. Cierro los ojos. Tragar y escupir. Mi aire. Mi aliento.

criscri
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3 Comentarios

  1. Lascivo dice:

    ouh yeah!! Te doy la bienvenida a la Sopa! Me encantan los microrrelatos, yeah yeah

  2. champinon dice:

    Gran debut… bienvenida cris! xD

  3. newowen dice:

    Guau un relato «entrañable», jaja no ahora en serio, muy bien narrado, me ha gustado, muy expresivo.

    Aparte:
    El otro día vi una camiseta
    «pontelos, ponselos…
    Los cascos» XD

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