Todo finito

Se discutía así mismo galopando con su mano en arrecifes, moviendo en la superficie para arrancar su histeria mientras decaía. Muchos rostros seguían viéndole desde lo alto, se plasmaban en su nariz tratando de comerse su humanidad limitada, se arropaban con su agonía enfilada en pausadas respiraciones, los focos dentro de los ojos se trastornaban, desnudaban hasta su intimidad.

Entonces ato las detalladas facetas de su alucinación, las junto para darle sentido a la escena, tomo fuerza de los órganos y se levanto. Cuando pudo sostenerse, ya no estaba ni él, ni los demás.

Todo se había ido desde antes.

Elizabeth Goonzalez
Últimas entradas de Elizabeth Goonzalez (ver todo)

Deja un comentario

Tu dirección de email no será publicada