Jose Luis Bueno García

Jose Luis Bueno García tiene un gran corazón mileurista, es un hombre despiadamente honrado.

Cada día de su vida lo dedica a trabajar en la fábrica y a su familia, a trabajar, a su familia y a volver a trabajar. Desde que vio un anuncio sueco en el que se ponía en duda la productividad de los españoles no se permite más que una pausa de cinco minutos cada tres horas, ni fuma ni le gusta el café, así que dedica ese tiempo a pasear y a calcular la mejor manera de conseguirle a su hija un teléfono nuevo y pregunta a sus compañeros por los restaurantes más finos de la ciudad. «Este año se va a enterar la parienta…”.

El día en que una caja de setenta kilos le cayó encima cuadró en viernes, su día favorito. Tumbado en la camilla de la ambulancia no reaccionaba a los intentos de los enfermeros por reanimarlo. Pasó varios días en coma profundo.

Fue junto a su mujer, en la cama del hospital, cuando consiguió despojarse de las palabras que no le dejaban marcharse en paz.

—Cariño, creo que me he dejado la luz del vestuario encendida.

5 Comentarios

  1. Eva García Romo dice:

    Brutal y cotidiano en estado puro. Genial. ¡Felicidades!

    1. Noval dice:

      Muchas gracias Eva 🙂

  2. Mara dice:

    Genial, sencillo, ocurrente… me gusta tu estilo.

    1. Noval dice:

      Muchas gracias Mara, un saludo 🙂

  3. ¡¡Qué grande!! Fantástico. Cuanto dices en pocas palabras. ¡Bravo!

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