El castillo de Dolbadern

Estamos en Snowdonia, situado entre las montañas de North Wales, Inglaterra. Día desconocido, mes desconocido. Año, también desconozco.

Soy Owen, el príncipe Owen Gough. Mi propia patria me ha encerrado aquí, en el castillo de Dolbadern. ¡Como si a éste zulo situado en lo alto de una almena se le pudiera llamar castillo!

También desconozco el motivo por el cual me encerraron. Dos sirvientes me traen la comida y ropa limpia. Nunca me hablan. Les han debido dar órdenes para no hablarme, para aislarme completamente del mundo.

Mi único entretenimiento es asomar la cabeza por los fríos barrotes. Es invierno, otra vez. Algunos días veo algún animal deambular por la nieve. Un conejo corretea por aquí y allá, escarbando con sus patas delanteras en busca de alimentos, o veo un ave sobrevolar la zona cautelosamente. Pero no me suele gusta mirar a través de los barrotes. A menudo diviso buitres dando círculos en el aire. ¿Tan mal se me ve desde ahí arriba?

Como te decía, ya no recuerdo exactamente por qué me encerraron en estas ruinas. Tengo un vago recuerdo de que al encerrarme me empujaron dentro llamándome “príncipe rebelde”.

¿Sangre Azul? ¡Já! Mi sangre ahora mismo vale menos que el lodo. Sólo hay que verme… Yo debería vivir rodeado de lujos, de fulanas y de bufones, y mírame… me han transformado en un bufón. Seguro que desde fuera se ríen de mí.

Aquí estoy, junto a ti. Esperando ser liberado por alguien compasivo. Como bien te dije, no se porqué entré, ni quien encerraría a alguien provocándole que la soledad le marchite el corazón. Y si alguna vez le causé a alguien el mismo dolor que siento yo ahora, entonces si merezco estar aquí. Si tan solo pudiera recordar…

<< El príncipe Owen se agarró de los pelos y empezó a reírse a carcajadas. Eran unas carcajadas que hielan el corazón. Una risa histérica, de alguien a punto de llorar. Al final inclinó su cabeza y permaneció en silencio, con la mirada fija en el suelo. Y así pasaron los días, los meses y los años, con la única compañía de su imagen reflejada en el espejo. >>


“Cuan horrible es el silencio de la ruina
cuando la naturaleza eleva sus montañas al cielo.
Soledad majestuosa.

Contemplad la torre donde el desventurado Owen
tanto tiempo languideció,
y en vano se retorcía las manos por su libertad.”

Joseph Mallord William Turner

 

Autor: Germán Pérez Campo, 27 de Agosto del 2008. Basado en personajes y hechos históricos reales.

Pequadt
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5 Comentarios

  1. Lascivo dice:

    Solo puedo decir: guau!
    Creo, ger, que cuando más investigas y más te curras un relato, mejor te salen.
    Una metáfora que me ha gustado muchísimo es la de comparar la nobleza de la sangre con el lodo.
    Ultimamente me estás sorprendiendo. Y va a pensar la peña k te stoy haciendo la pelota, pero en serio: Colosal.

  2. champinon dice:

    Se nota cuando un relato esta currado y cuando es inspiracion momentanea,… aun asi no se si soy yo, pero esk el de piratas me parece, creo asi a bote pronto, el mejor relato que has hecho,…

    Releido este (algo k ago a menudo antes de terminar el post) te diré, que aunk me entretuvo menos k el mencionado antes, me parece sin embargo mucho mas profundo, ademas del hecho de atribuirle un poema real que puede ser o no el inspirador del relato y k hace que tenga mucho valor. Es un curro que se aprecia y k hace que lo que dice / (lascivo aki arriba) sea una realidad,… cuanto mas te lo curras mejor te salen…

    Animo, pork estas muy fuerte

  3. Pequadt dice:

    La inspiración vino del cuadro de William Turner, llamado El Castillo de Dolbadern (1800). El pintor realizó esta obra con unos veinte años, y dejo este poema para explicar su obra.
    Os dejo el link del cuadro por si lo quereis ver http://www.comptonverney.org.uk/52views/projects/medium/Dolbadern%20Castle.jpg

  4. champinon dice:

    Sabes k mi primer relato fue inspiracion de un cuadro?? xD

  5. newowen dice:

    º_o Guau! no conocía el poema, tu relato me ha animado a inverstigar.
    Quien sabe si fué un antepasado mio jeje.
    Cuando leí lo de Owen me quedé helado.

    Voy a leer ese de los piratas.

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