Una vuelta por Madrid

Cómo me jode. El autobús, el último autobús, se ha ido. Ahora sólo me queda ir a patita. Porque no tengo nada para irme en taxi. Cómo me jode… Calculo que me tiraré unos cuarenta minutos andando. Y son las tres de la mañana.

En la Gran Vía madrileña sólo quedan chaperos, putas, y borrachos. Incluso los hay que cumplen los tres estados. Menos mal que yo soy del tercero, y no soy muy consciente de lo que me dicen las del segundo. Algo de «ey, chico bonito» y «pasar un buen rato». Bej, no me apetece la verdad. Sí, ¿qué pasa? No me apetece follar, ¿algún problema? No debo de ser el único tío en la Tierra al que no le apetezca en un determinado momento… ¿No?

De hecho, y ahora es cuando el surrealismo empieza a atacar, al llegar a Callao, magna estación, veo como una libélula de tres metros ataca a un mendigo que pide, por favor, que no se lo coma, que promete ponerse a trabajar y ser útil y tal y cual. Surrealista, como te digo. Un poco más adelante, doscientas viejas lanzan bragas a la estratosfera. He de decir que dichas abuelas tienen un brazo que sería la envidia de Hulk Hogan y que lanzan sus paños menores a una velocidad mayor a la velocidad de escape. Es decir, que viajarán hasta el infinito. Por un momento imagino la raza extraterrestre que ve cómo unas bragas adosadas a un pañal un pelín amarillo les atacan. Espero que para entonces las bragas hayan aprendido a hablar.

Ya en la Plaza de España, doce policías han empezado a improvisar capoeira. Han bajado de sus caballos, se han sacado unas chinas de hachís, se han hecho unos porrillos y ahí les ves, baila que te baila. En la rueda hay uno clavadito a Torrente que ha multado a dos árboles y una ardilla. Un tipo salao.

Por fin llego a la sala Heineken. No es mi destino, pero siempre me ha parecido un sitio gracioso. En la puerta, los puertas. Más allá, unos monos bulldog muerden a una cabra de cebra. Una bonita imagen, quiesiera tener mi cámara. Cómo me jode.

Paso la plaza de los Cubos, y paso de la plaza de los Cubos, no me parece interesante. Bej. Así que llego al Corte Inglés de Princesa, en Argüelles. Me estoy cagando, así que voy a dejar de escribir, ahora vengo.

Uf, vaya mojón, he tenido que tirar dos veces de la cadena. En fin, que por fin estoy en Moncloa, menos putas, pero más borrachos. Dos átomos se enzarzan en una pelea. Creo que ligarán sus electrones. Qué jodíos, éstos hoy pillan… cabrones…

En fin, estoy seguro de que esto no os ha servido de nada, pero gracias. Por cierto, estoy potando. Putos cócteles, no vuelvo a ir a un irlandés en happy hour. Vaya mierda, coño.

Yizeh. 17 de Septiembre de 2008, con cansancio.

Yizeh Castejón
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7 Comentarios

  1. comolesjode dice:

    Deberías dejar las drogas, jajaja.

    No hubiera descrito mejor el madriz nocturno,oyes, con sus maderos drogándose, todos drogándose,puta panda yonkis…

    Pues eso,deja la mala vida que me han dicho que ya no hay tetas sin relleno,paquetes sin calcetines, copa sin garrafa, costo sin avecrem ni farlopa sin medicamentos machacaos.Córtate el pelo y búscate un trabajo, coño. Y a las 10 en casa, pssss.

  2. Pequadt dice:

    xD
    Al final acabasteis borrachos por madrid?

  3. Lascivo dice:

    de hecho, no sé porqué lo he puesto en surrealismo, cuando esto es más que realista. Más que borrachos, acabamos en plan hooligan, quemando papeleras y tal. Ya sabes

  4. champinon dice:

    Macho te prometo que segun lo leia pensaba que era de comolesjode…. cuando he visto lascivo he flipado…

    no se cual de los dos se pondra mas contento con esta critica, pero vamos… me parece que escribis tremendamente bien los dos…. que envidia, ;P

  5. Lascivo dice:

    ju, snif snif, 😀
    yo escribo mejor años luz, faltaria plus (prffffjaja)

  6. Pequadt dice:

    Todos somos buenos 😛

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