Una nueva vida (Capítulo 3)

Volvimos al bosque, donde según mi «nuevo amigo» estaríamos a salvo, y empezó a hablar sobre lo que sería mi nueva vida, una vida que no pedí pero que no me apetecía rechazar.

– Por donde empezar, Andy…bueno, te preguntarás cómo sé tu nombre, ¿no? -al asentirle con la cabeza continuó hablando- Lo sé porque te he estado observando durante unos meses. No creas que soy un asesino, un psicópata o algo parecido, ni mucho menos; únicamente te observaba para ver si eras digno de saber lo que te voy a contar ahora, y ese lupino aceleró los trámites, por así decirlo: su ataque me avisó de que sabías demasiado para ser un simple mortal, y que iba siendo hora de contarte la verdad. Todo lo que crees saber sobre la vida y la muerte es falso, o mejor dicho, no es del todo cierto, y yo voy a abrirte los ojos al mundo real, aunque puede que no te guste lo que veas.

Se detuvo en medio del bosque, y me senté en el suelo para escucharle, como un niño hipnotizado ante un buen cuento.

– Nunca me habías visto antes porque mi especie no se muestra así como así a la vuestra. Para que no sepáis de nuestra existencia hemos estado durante unos cuantos siglos cubriéndola con un manto de secretos. Por eso te observaba, para ver si estabas dispuesto a conocer la existencia de los Vampiros.

A simple vista no parecía estar loco, pero lo que me estaba contando era… era… ¡era verdad! dejó que viera su boca, y cómo poco a poco los colmillos se le agrandaban hasta parecer, exactamente, un vampiro.

– Muchos de vosotros creíais que solo existíamos en las películas, pero ahora ves que somos tan reales como vosotros mismos. No pienses que voy a matarte -añadió al ver en mi rostro como el temor por estar frente a un monstruo ganaba la carrera a la curiosidad por lo que decía- si quisiera matarte ya lo habría hecho. Ahora atiende como has hecho hasta ahora, no tengas miedo.

Conseguí librarme del pánico y seguí escuchándole atentamente.

– Efectivamente, bebo sangre humana. Es lo que me hace inmortal; sin ella moriré, y con ella viviré eternamente, excepto que alguien consiga destruirme, y créeme, no es fácil destruir a un vampiro. Excepto el fuego y la luz solar, no hay nada que asegure nuestra destrucción. Y volviendo al tema… el alimentarnos siempre entraña un peligro: puede hacernos demostrar una falta de autocontrol, dando el control de nuestro cuerpo a la Bestia, al monstruo que tenemos dentro cada vampiro, y que sólo sale al exterior cuando está muy hambrienta o muy enfurecida, y solemos evitar ambos motivos cuanto podemos. Al beber de mortales no siempre les matamos, algunos quedan vivos y podemos cerrarle las heridas con nuestra saliva, para evitar dejar marcas de nuestra existencia. Así es como te cerré tu herida del mordisco.

Todo era demasiado raro para asimilarlo al instante, pero al menos estaba seguro de que por muy raro que fuera, era real.

– Médicamente estoy muerto: mi corazón no late, no necesito respirar, no me afectan las temperaturas porque mi piel siempre está fría… aunque todo esto se puede disimular haciendo uso de nuestras habilidades sobrenaturales, pero a cambio de un preciado gasto de sangre, por eso necesitamos ingerirla continuamente… y aun así, estoy vivo. Si muero, me convertiré en cenizas, lo que ayudará a no dejar huella alguna sobre mi existencia, sobre la No-Vida.

La No-Vida, beber sangre, vampiros…esto no es a lo que me refería cuando pensaba en dar un giro a mi vida.

– Este poderío basado en la sangre te dará muchas habilidades, como la legendaria fuerza y velocidad de los vampiros, la facilidad de curar heridas mortales, y otros muchos que no te desvelaré, sino que tendrás que descubrirlos por tu cuenta. Aún falta mucho por explicarte, pero será más fácil si lo hago cuando ya seas uno de los nuestros.

El hombre se dirigió hacia mí con paso lento pero seguro. Quizá podría haber huido. Quizá me podía haber negado. Pero el caso es que dejé que me hiciera uno de ellos. Así experimentaría el cambio que tanto deseaba. Cuando se acercó lo suficiente, me levanté. Éste me sujetó la cabeza con ambas manos, me dijo: «No te dolerá, al contrario…» y se lanzó a mi cuello.

9 Comentarios

  1. Pequadt dice:

    El principio me ha recordado a Matrix xD

    La verdad esque te lo estas currando mucho, y engancha 😀

  2. Lascivo dice:

    estoy de acuerdo con pequadt en lo de currartelo, pero tengo una pregunta:
    ¿lo que le mordió no fue un lobo? ¿Le mordió un lobo y el vampiro le curó la herida? ¿fue el vampiro quien le mordió y el lobo apareció de repente? ¿el vampiro y el lobo son la misma persona?
    ¿si le mordió el lobo y ahora el vampiro, tendrá habilidades de ambos?
    ¿sería eso un vampiro-lobo?
    en fin, nada mas.
    Ah, sí! acuérdate de ponerle también el género saga, que es el destinado a la publicación por capítulos.

  3. Pequadt dice:

    Creo que puedo contestarte yo:

    Le mordio un lobo. El vampiro le cerro las heridas con sus babas.
    Despues le ha mordido el vampiro.

  4. consigueaccesorios dice:

    Va, a ver si me acuerdo de lo de saga… pueeees todo se andará, todo se andará…pero para no crear falsas esperanzas lo de los poderes combinados lo voy desmintiendo ya… el jueves o el viernes la próxima entrega, y por solo 1€ más el politono de rajoy y el desfile de las fuerzas armadas

  5. Pequadt dice:

    Esperemos pues hasta el jueves o el viernes 😛

  6. Lascivo dice:

    y si te muerde rajoy? en k te transformas?

  7. champinon dice:

    Segun tengo entendido en el mundo de vampiros y hombres lobo ambos son enemigos acerrimos, luego lo que el vampiro ha conseguido no es solo evitar que uno se transformara en hmbre lobo sino ademas conseguir un nuevo vampiro…

    Pero en un mundo asi donde unos y otros acaban matando humanos… ¿quien es el bueno?

    Espero con ansia el siguiente… Vas a mejor cada vez!
    animo!

  8. Lascivo dice:

    joder, al final esto va a tener hasta política, aunque trate de vampiros-lupinos y no de izquierdas-derechas

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