Un Alma en Pena.

Tratando con el tiempo, así me encontraba aquella tarde, pensando como siempre, perdido en mis propias cavilaciones, con la falsa esperanza de conseguir un trabajo imperecedero. Del otro lado de la ventana caía, monótona y casi sin sonido, la lluvia. Más allá unos jirones de nubes negras dejaban traspasar unos mortecinos rayos de luz, la Luna reclamaba su soberanía en la noche, cabe añadir que sin demasiado éxito.

Sobre la mesa papeles desordenados, dos horas pensando en como terminar una historia que ni si quiera había comenzado a escribir. Un sentimiento repentino de rabia me invadió, los pocos papeles que había garabateado sin ningún estilo se retorcieron entre mis dedos, cayendo después en la papelera, imitando las formas agónicas de mis pensamientos, que con demasiada lentitud se abrían paso hasta la conciencia. Ya no quería escribir, era demasiado tarde, me considere un fracasado con un futuro brillante, y fui a la cocina. En la nevera, como cada vez que me dignaba a abrirla, no había más que ese liquido rojo y asqueroso, unas pocas verduras podridas y auto carcomidas por el efecto del tiempo, un saco de algo que debió ser pasta empaquetada de esas al sabor de nosequecoño (que además jamás me gustaron) y un frasco con un liquido enmohecido, joder, hasta a mi me daba asco. Ya se ve, la culminación suprema de la decadencia aún no acepta su destino, y sin embargo, como coño podía intentar ser el mismo, hasta mi código genético era distinto. Cerré la nevera de un portazo y de nuevo me dirigí al estudio, a mi sillón refugio. Me hundí entre sus cojines y cerré los ojos mientras apretaba los puños con fuerza. Joder ¿por que coño me había tocado a mi ser el pardillo, el juguete estúpido y “afortunado” de aquella noche?. Me derrumbe, no pude soportarlo más, pero que iba a hacer; llorar sangre, como me dijo el viejo hijo puta que me había hecho esto.

Si alguien pensaba que su vida era dura, o muy dura, ¿Por qué no? Al fin y al cabo todo el mundo cree tener problemas serios, todos sentados tranquilamente en sus sillones, viendo la televisión mientras afuera cae la noche, ignorando el hambre y el dolor del que creen ser conscientes porque lo ven en las noticias. Como coño iban a pensar que más allá existía un mundo real, en el cual o comes o te comen, un mundo en el cual el dolor se mide por días, ya que nunca desaparece, y en el cual las únicas salidas son la ignorancia o, peor aún, la decadencia y la aceptación. No, las vidas empaquetadas y de teleserie de la gente no eran duras, si aburridas, decadentes, penosas y lastimeras, pero no duras. Esto me enfureció todavía más y me levanté inconscientemente del sillón, caminaba con un nerviosismo creciente por la habitación. Es cierto que desprecio y despreciaba a la gente común, esa gente que se conforma con vivir arrastrando el pellejo que tienen, mientras sus huesos soporten la carne y esta no se desprenda, todo va bien. Para que soñar con cosas que no tendrás, para que arriesgar, si puedes vivir cómodo tal y como estas, ¿Para Qué?

Y sin embargo, y con lo que ello acarrea, yo luchaba por reintegrarme en esa vida que hasta entonces me había parecido tan patética, y que en realidad aún me lo parecía. Luchando para que la costumbre y la mediocridad volvieran a mí, para que los actos diarios pudieran volver a ser realizados por mi persona, o para que al menos pudiera elegir dejarlos de lado como tantas veces en mi vida intenté. Joder, Vaya mierda, ¿Por qué? Que alguien me responda, ¿Qué sentido tiene la vida si no puedes elegir? ¡Eh!, ¿Qué sentido tiene? Yo os lo diré, ninguno, la vida no tiene sentido si no eres capaz de elegir, si tan solo eres una marioneta. Nunca cambié en realidad, ¿cómo podría haber cambiado en solo dos semanas?, pero ese tiempo ya me ha sido demasiado duro, esta noche elijo, esta noche me despido y Mañana, El principio será el Fin, pues voy a ver el amanecer. Una risa melancólica, agradecida y resignada ha emergido de mí mientras pensaba esto. Lo siento, pero no seré el peón de nadie, y si esta vida ha dejado de ser vida, yo no puedo estar aquí. Hasta Siempre…

…Un Alma En Pena.      

thorvak
Últimas entradas de thorvak (ver todo)

5 Comentarios

  1. Un final demasiado real… Pero tienes razón palabra por palabra.

  2. Lya dice:

    Me ha gustado la forma que tienes de describir los escenarios, y la sensación del personaje.
    Muy…»humano». Claro que ya sabemos que no muchos son conscientes de tantas sensaciones.

    Me gusta como escribes y la forma en la que te expresas; tus argumentos siempren tienen mucho «cuerpo».

    Sigue escribiendo, se te da realmente bien 😉

    Un Beso !

  3. Lascivo dice:

    muy emotivo, sobretodo viniendo de un vampiro

  4. jacintagal dice:

    me gusta mucho, desprende un pesimismo aplastante

  5. reinadelamantekilla dice:

    El último párrafo me ha parecido demoledor ^^

Deja un comentario

Tu dirección de email no será publicada