La Carta

Querido M.P:

Mientras te escribo estas palabras, pienso a qué dirección enviaré la carta y como no la sé, creo que la meteré en el primer buzón que vea. Si algún día llegase a leerla algún desconocido, pensará que estoy loca, cosa que no puedo negar, ya que pienso que cada día la razón me abandona, porque hay demasiadas cosas que no logro entender por más vueltas que le de.

Te fuiste inesperadamente, sin decir nada, sin avisar. Te habías convertido en una de las personas más importantes que había pasado por mi vida. Siempre me llamabas para quedar, pasear o simplemente hablar. Y un día las llamadas cesaron y deje de saber de ti. Por mi cabeza rondaron mil excusas, tratando de justificarte pero el tiempo paso y la herida cerro, dejando una gran cicatriz.

Lo cierto es que últimamente, pienso mucho en ti, supongo que porque echo de menos alguien com quien hablar y compartir momentos, ya que la soledad se ha convertido en mi única amiga y parece no quererse ir. ¿Cómo es posible que en lugar donde viven ciento de personas, no haya nadie con quien hablar o pasear?. A veces pienso que la culpa es mía, que no sé estar entre la gente, me vuelvo torpe, más tímida de lo habitual y aunque trate de decir o hacer lo correcto, la naturaleza me doto de una torpeza que me hace vulnerable ante los demás y sólo soy capaz de decir y hacer tonterías, y por eso trato de pasar desapercibida. Pero ya sabes que lo que cuentan son las primeras impresiones y ya nadie te da segundas oportunidades. A todo esto hay que sumarle mi tremenda inseguridad por este cuerpo frágil y débil, herido por dentro y marcado por fura, hace que me cierre más en mi misma. Sólo contigo podía ser yo, nada me importaba, no habían miedos, ni inseguridades, ni complejos, no me empequeñecía ante los demás, no hacía falta salir corriendo.

Ahora todo se empieza a complicar, porque empiezo a envidiar lo que hacen los demás, sus historias, la gente a la que han conocido, los sitios a los que han ido, Porque yo no tengo nada que contar, mi pequeño refugio es también mi gran fortaleza de acero. Ni siquiera ya mi imaginación puede llevarme a mundos fantásticos donde soy la protagonista de mil historias y es que en la realidad solo soy una mera espectadora.

Te preguntarás a qué viene todo esto. Supongo a que me acostumbre a ti, a las risas, a los llantos, a las palabras, a sentir. Y si todo esto lo hubiese sabido antes seguro que me hubiese alejado para ocultar mis defectos bajo la sábana, ya sabes que es más fácil quejarse que buscar una solución que no conozco o no tengo a mí alcance. Pero tú te alejaste antes de que pudiera reaccionar.

Una vez dijiste que si realmente quieres o deseas algo, si lo piensas mucho vendrá hacía ti. Si los deseos fuesen oportunidades, le pediría a la vida la oportunidad de sentir, de vivir grandes aventuras y contárselas a quien quiera escucharlas. Y para acabar, gracias por todo, por esos pequeños-grandes momentos.

P.D: También pensé en meter la carta en una botella y arrojarla al mar, para que el vaivén de las olas, la lleve hasta una isla desierta, al de los sueños desterrados, ocultos y olvidados, como los tesoros de los piratas que surcaban los mares guiados por la ilusión de encontrarlos.

sibisse
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4 Comentarios

  1. Pequadt dice:

    Qué significa M.P? (al principio del todo, «querido M.P»). Perdonad mi inculticia 😛

  2. sibisse dice:

    jejeje son las iniciales de a quien iría dirigida la carta pero sin dar nombres concretos =)

  3. Newowen dice:

    A mi me ha gustado, el comienzo y el final muy bien puestos (pa mi gusto)

  4. randi dice:

    querido Miqui Puig.

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