Alas de HalcónIII: La Suerte no llama dos veces (parte 1)

avion

La suerte, una dama de alto glamour, no gusta de lugares como las trincheras.

Allí, todos le dicen lo mucho que la quieren con la misma boca que la maldicen.
En ocasiones, permite a los que profieren los efímeros elogios, gozar de su perfume un tiempo a cambio de que saquen más brillo a su ya lustroso orgullo.

Caprichosa y de gustos  extravagantes, va dejando un rastro de corazones rotos y vidas truncadas

********

-Agua…por favor -Dijo el herido entre febriles susurros.

Madame Faucon envió a Julien a atender la petición del huésped.

Había tenido una recaída. Los primeros días se había despertado alterado y visiblemente asustado, como acosado por efigies oníricas de los horrores de la guerra.

En las últimas jornadas ya se hallaba mejor, y con mayor apetito, pero la fiebre no estaba dispuesta a abandonar el cuerpo de aquel militar sin luchar, a pesar de haberla combatido con paños de agua fría.

Marie le había vendado una pierna (añadiendo una crema a la gasa para que no se adhiriese) y retirado dos trozos de metralla del brazo izquierdo. Había  limpiado la herida que supuraba y la había sanado con jabón y alcohol.

Jean Michel, rumiaba en su cabeza todos los problemas que causaba o podía causar su acción de recoger a ese que ahora ocupaba su sofá y que decía llamarse Joseph.

Por suerte, dentro de poco estaría recuperado del todo y marcharía de nuevo y ese sentimiento, híbrido de miedo y vergüenza, saldrían con Joseph.

Miedo porque si los alemanes vieran que están cuidando de él o Joseph descubría que la cojera que J. Michel simulaba tener para excusar el no estar en el frente, estarían acabados y la decisión de quedarse a cuidar a su familia de nada hubiera servido.

Vergüenza porque él también debería estar luchando, por ablandarse al mirar los ojos de su hijo, o al besar a Marie.

Al principio, antes que llegase esa carta maldita, ya había pensado en cumplir su deber como ciudadano, y aún no le había dicho nada a Marie. Pero la vio llorar en silencio, por las noches, pues la radio llenaba los desayunos de la sospecha de que lo reclutarían. La duda era la termita que lo consumía con la constante pregunta de qué sería lo correcto. Las lágrimas silenciosas y su hijo pidiéndole jugar le hicieron darse cuenta que tenía un deber mucho más cerca.

Pero ahora con Joseph herido en el sofá la carcoma era aún peor.

Sabía que quedándose cerca podría defenderles, o al menos intentarlo. Era un deber que no dejaría en manos de nadie y menos en esos jóvenes que no habían cogido un rifle nunca.

Si, amaba a su tierra, pero esa no era su batalla, ya había muchos en ella. Es cierto que los demás soldados luchaban por familias que no eran suyas, pero…

¿De qué serviría un pedazo de tierra si…

Su mente y su corazón hicieron una tregua.

-Merci, Monsieur. Aún no le había dado las gracias. Lástima lo de su pierna, estoy convencido de que hubiese sido Ud. Un gran soldado, me hubiera gustado contar con uno como Ud. En esta lucha. -Su sus ojos claros aún albergaban un brillo febril, pero la enfermedad había perdido mucho terreno y pronto se batiría en retirada. Su mejora era notable.- Lamento haber sido una carga, si esos-cof cof- si esos perros alemaAiiee

Al hacer un gesto con el brazo, una punzada de dolor le recordó su estado.

-No se preocupe, sólo trato de hacer lo que debo. Lamento que no pueda usar el teléfono, las líneas están cortadas y…

-No se preocupe, nuestros hombres harán batidas para recoger heridos, si es que ha quedado alguno vivo para cumplir esa tarea, supongo que se les podrá ver u oir, ¿cuánto hace que estoy aquí?

-Unos tres o cuatro días.

-Oh, vaya, no pensé que hubiese pasado tanto tiempo. De todas maneras conozco la ruta que habrán seguido mis tropas, las cosas están peores en las ciudades más industrializadas, pero ésta es una zona estratégicamente buena y a veces las batallas se desvían hasta zonas más apartadas.

Ya me siento mucho mejor y les agradezco infinitamente lo que han hecho por mi, son tiempos difíciles, y lo peor está aún por llegar, aunque hemos recibido noticias de que muy pronto llegará hasta aquí la ayuda británica.

– Eso espero, hijo, eso espero.

– Papá, ¿él es mi hermano?

– No hijo, es sólo una manera de hablar, tu eres mi único hijo y al que más quiero. Anda, vete a dormir campeón.

Todos rieron a gusto con la ocurrencia del pequeño. Las razones por las que reír en esos días eran escasas.

El día tocaba a su fin. El verano también.

Pero algo más tocaba.

Unos gritos y sonidos de botas los despertaron.

Tocaron a la puerta.

*************

Suerte, sólo una letra te diferencia de la Muerte…

No se si alegrarme de verte,  me eclipsa la incertidumbre

De al despertar no verte, y volver a mi podredumbre.

Tu sentido del humor, tus caprichos y tu ligereza en tu amor

Me hacen dudar de tu ser, mejor aceptar y creer

Que esta escrito lo que nos va a acontecer.

¿Habrá algo que yo pueda hacer?

newowen
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8 Comentarios

  1. newowen dice:

    Hola soperos, hacia un tiempo que no me metía y he pulsado sin querer a publicar esta que tenía en borrador y la he tenido que editar corriedo XD.

    Es la continuación de la historia.

    Aie!- onomatopeya de grito francés, si, gritan así XD

  2. Champinon dice:

    Hoy no pork me duele la cabeza, pero te prometo que mañana me los leo todos!!!
    Y ademas a ver si cuelgo un minirelato. y empiezo saga… Tanto que hacer…

  3. Zilniya dice:

    Muy buenas las frases sobre la suerte y la muerte! La historia va subiendo de tensión, a ver qué sucede! Y revisa las faltas, da la impresión de que te vienen muchas ideas a la cabeza que no te da tiempo ni a revisar. XDDD

  4. Anónimo dice:

    La pbuliqué a medio hacer sin querer y tuve que editarlo a mil x hora, ahora las reviso, gracias. ;P

  5. zadel88 dice:

    ¿De qué sirve un pedazo de tierra si no lo puedes cultivar? Genial primo, es una muy buena historia, a ver que pasa…. Saludos

  6. rodriguezda dice:

    Me gusta mucho el estilo, la contextualización que haces de los personajes y los pensamientos de Jean

    En la parte donde habla el hijo con la pregunta (muy buena de por si), creo que deberías describir un poco más la situación, donde está el sofá y quienes están presentes en ese sitio. (no tengo mucha experiencia como «crítico» pero espero que los comentarios te sirvan de algo si te parecen apropiados)

    PD: Los deberes apremian pero leeré los anteriores apenas pueda.

    Saludo 😀

  7. newowen dice:

    Hola y gracias. Si, cuando escribí el primero me animaron a profundizar en los personajes y ahora creo que estoy descuidando el paisaje, a pesar de que quería centrar la historia en lo que viven ellos en lugar de mostrar más el marco (entre otras cosas porque no tengo mucha idea de la época y acontecimientos y seguro meto la pata XD) Ha habido amigos que me han ayudado a buscar referencias o inspiración y me estaba leyendo sin novedad en el frente, que tiene unas imagenes muy descriptivas del campo de batalla. (La verdad es que ojalá se me hubesen ocurrido a mi muchas de esas frases). Lo revisaré y a ver que sale.

    Saludos.

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