-Nacido en Barcelona en el año 97, graduado por la universidad de biológicas de la misma ciudad y también en medicina unos años más tarde. Ha terminado numerosos masters en diversos ámbitos y recientemente ha recibido el premio principe de Astur por su contribución a la ciencia. Con todos ustedes… !Marc  Serra i Vidal!

La voz del presentador dió paso a un sonoro aplauso por parte del público. Mientras, el famoso científico entraba en el plató del nuevo programa sensacionalista, político y científico que estaba causando furor en España: «Peta-Zetas».

–Buenas tardes . -tartamudeó, claramente nervioso, el invitado.

– Buenas tardes Marc – espera a que tome asiento y prosigue- comenzaremos la entrevista preguntándole acerca de su trabajo. Pero antes, ¿por qué esa obsesión por el pelo rubio?

El hombre carraspea y se balancea un par de veces en el asiento antes de contestar – Pues bien, nací en una época en que la televisión lo era todo para los niños. Iniciabamos el día desayunando y veíamos los dibujos. Después del colegio a la hora de comer, «Los simons» y el telediario. Haciamos los deberes y nos plantábamos de nuevo frente al televisor y veíamos horas, y horas, y horas – hace hincapié en la misma palabra durante unos segundos, mientras mueve la mano al ritmo de su voz- y horas, y horas, hasta que nuestros padres se acostaban y entonces nosotros seguiamos su ejemplo. Veiamos de todo, nos tragábamos todo tipo de «telebasura».

El presentador interrumpe. – ¿qué es exactamente el término telebasura, doctor?

– Pues era lo que designaba los programas de  la época, era como lo que hay ahora, peromonotemático. En fin, a lo que iba,… las rubias. En la televisión sólo salian modelos rubias impresionantes, Claudia Conde, Patricia Pataky, Elsa Shiffer,…– el médico  se rasca la barbilla con una sonrisa, mientras con la mirada en el techo recuerda viejas cabelleras y sus respectivos escotes. Entonces se detiene, se vuelve a colocar completamente serio y termina. – De esas mujeres surge mi admiración por el pelo rubio.

– ¿Cuál sería para usted, la primera rubia, la que revolucionara el mundo de tal manera?

– Sin duda alguna, Marylin.

Ante el silencio del médico que da por finalizada la respuesta, el presentador toma unas notas y prosigue:

– Y, ¿por qué llevar al ámbito de la ciencia esa obsesión?

– Pues bien, en mi época adolescente había una frase común, que pasaba de boca a boca, que decía que todas las rubias eran muy guapas, pero a la vez carecían de inteligencia.

El presentador se apresura a añadir:

– Claramente un ataque por parte de las morenas… ¿envidia quizás?

El doctor se levanta del asiento, se coloca la bata de forma que le apretara bien todo el cuerpo y levanta la cabeza.

– Si quisiera dar mi opinión subjetiva sobre un hecho del pasado iría al telenoticias que para eso están. He venido a este programa porque consideraba que era serio.

El presentador se pone de pie también:

– Perdoneme, Sr. Serra i Vidal. Olvide mi pregunta. Sigamos con la investigación. – revuelve entre sus notas. Se ve claramente que está pasando preguntas y preguntas, hasta casi llegar al final de lo que tenía preparado para la entrevista- Usted quiso demostrar que nada tenía que ver el color de pelo con la inteligencia, ¿qué resultados obtuvo,?, pues fueron estos los que le valieron su premio además de su aclamada fama.

El hombre mayor duda unos momentos y después se sienta, complacido por la humillación y halagos del presentador.

– Pues mis resultados me llevaron a deducir justo lo contrario.

– ¿Lo contrario dice?¿cómo es eso?

Sintiendose importante el médico explica sus resultados.

– Resulta que el pelo rubio requiere oxigenarse constantemente para mantener la cromatidad. Es por ello que en mi época la gente se echaba agua oxigenada al pelo, porque se les volvía rubio. Este oxigeno llega a la cabeza de la misma forma que el riego  sanguíneo del cerebro. Es por ello que el cerebro se oxigena menos y por eso las rubias son un poco más lentas a la hora de… – se detiene unos segundos pensando la palabra apropiada- responder ante estímulos exteriores. O pensar, dicho de otra manera.

El presentador pone cara de sorprendido, tiene que empatizarse con el público.

– Sorprendente. ¿Y ahora a que se va a dedicar?

– Investigo otro tópico de mi época, por qué los hombres de color… – contiene la respiración- tienen una mayor…- piensa de nuevo- movilidad a la hora de bailar.

– Pues esperamos con muchas ganas que lo saque adelante y que reciba otro premio. Será la excusa perfecta para que vuelva con nosotros aqui, a «Peta-zetas».

– Muchas gracias por todo. – La voz del científico queda oculta bajo la cantidad de aplausos que elpúblico del programa efectúa en honor del invitado, o quizás por costumbre. Depués Marc Serra i Vidal se levanta del asiento y se va por donde ha aprecido dejándo al presentador sólo frente a las cámaras mientras aprovecha para  «dar unos consejos» antes de la publicidad.

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