Dos por Uno

Llamaron de madrugada. Su padre había muerto. No estaba enfermo, era mayor.
Sus hermanos dijeron que no tenían dinero para enterrarlo y él, tampoco.
La incineración es más barata y papá no se va a enterar, sugirió su hermana pequeña. Siempre tuvo ojo para las finanzas.
Es cierto, pensé. Y si es colectiva, más. El vecino del cuarto también ha muerto. Compartimos pésame esta mañana en el portal, rodeados de vecinos.
Seguro que no le importa. Llamaré a la funeraria, para que nos hagan un dos por uno.

 

Eva Garcia Romo
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3 Comentarios

  1. Eva Garcia Romo dice:

    El surrealismo llevado al extremo

  2. sz dice:

    no, me gusto … con las palabras funeraria y 2×1 no se esperaba algo distinto… algo como:
    mi padre y yo nunca nos habíamos llevado bien aunque solo viviéramos él, yo y mi hermano. un día como es usual para volver a casa pasábamos por enfrente de la funeraria, esta me percate puso un singular letrero 2×1. No lo podía creer murmure que clase de tontería es esta y mil ideas se me pasaron por la mente pero muy pronto le quite importancia mi mente se encontraba en aquel momento con mi convaleciente hermano quien se encontraba muy enfermo por una peste que afligía al país, tal vez por eso no era de extrañar que una funeraria tuviera un cartel de 2×1.
    Pasaron los días y mi hermano empeoro, una tarde le dieron los oleos y lo dejaron ir los médicos ya no había nada que hacer se había ido, mi padre se despidió políticamente de todos quienes lo compadecieron pero una vez vaciada la sala su mirada se torno seria, totalmente fría como la de quien hace sus impuestos, completamente seca e inexpresiva con voz solemne me dijo: hijo asómate a la ventana y dime que ves. Así lo hice lo único que podía ver era la calle, la vereda sin un alma que la cruce y al otro lado la funeraria con su estúpido letrero de números grandes que decía 2×1.
    Ya no recuerdo más, todo lo que recuerdo es el sonido del cristal al romperse y nada más que eso pues cerré los ojos y no los volví a abrir nunca más.

  3. Eva Garcia Romo dice:

    Ese es tu relato. No el mío. Nada que ver, con lo que yo quería contar. Pero ya sabes, ¡para gustos se hicieron los colores!

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