basura literaria nº 1

Un embalaje me era infiel…

Lorro lorro y lorro y no paro de llorar…

Unas veladuras me tapaban su interior

¡No seas recatada! – Yo la decía

Úrgame por y entre el lazo – Replicaba enfurruñada

¡Ay! ¡Que no se deja ver por dentro!

¡Ay! ¡Que no es tiesto y lleva flores! – cantaban en el pueblo

Un dia amaneció el pueblo sin cantares…

¡Oiga! ¡Florencio! ¡Despierte! ¡No se oyen ruidos de cantares! ¿Será que algún embalaje, que yo me sé, ha desvelado su secreto?

No hombre, hijo, nieto, sus veladuras son de cobre y de metal, de sillería y de artillería… son más inamovibles que Dios en persona mi hombre, hijo, nieto

Gracias a ese mismo ¡Si! ¡Menos mal! Corramos a comprar pan

No, hijo, hoy no queda pan, se ha acabado, corre y díselo a Florencio

Te dije que no hablaras en plural hijo mio, trae mala suerte.

Valgame Dios… tendré que arremolinarme en mis pensamientos y dejar de aletrearme.

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