Con la marea baja.
- publicado el 27/07/2014
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Ella se fue. Con el mar en la cadera y la sonrisa tallada . Viento en contra, marea baja, sobre la luna descalza. Ella se fue. Yo dejé [...]
Y si hubiese sido verdad
… porque en el fondo de su alma sabía que aquello iba a ocurrir, sabía que la verdad no podía ocultarse eternamente y que cuando fuese desvelada, el vengador acudiría a su hogar para matarlo. Lo supo desde la noche en que hubo cometido el delito, un delito de traición e infidelidad, sin sangre, pero un delito al fin y al cabo. El crimen, aunque hubiese acontecido bajo el influjo del alcohol y dentro de la esfera de sus amistades, no dejaba de ser un crimen.
Se sentó en el sillón y dejó la puerta de la casa abierta. No podía cambiar el destino, la suerte estaba echada y las cartas a la vista de todos, incluso de Dios. Por ello, resultaba inútil pretender cambiar los designios del hado. Esperó, con los ojos clavados en la entrada del salón, a que su mejor amigo llegara. No tardó mucho. Siempre había sido puntual.
Cuando ambos se vieron, ni el traidor ni el inocente dijeron nada. Ni siquiera se escuchó una palabra de súplica o un gesto de perdón. Nada, ni preguntas ni respuestas. Tampoco un grito cuando su amigo le perforó la piel una y otra vez con un cuchillo de cocina. Murió en un completo silencio ante los ojos rojos del que había sido su mejor amigo, quien ahora observaba el cadáver acumulando en un mismo sentimiento el odio y los celos que sentía hacia él, y el amor y el deseo que sentía hacia ella: una hermosa jovencita que en aquellos instantes se encontraba en el Caribe, entre los brazos de un esbelto mulato. Nunca volvería a recuperarlos; ni a ella, que fue la chica que le habían robado; ni a él, que fue su mejor y peor amigo.
… entonces, oí la alarma del reloj. Y desperté.
Hubiese preferido no hacerlo.
Novelista, escritor, poeta, articulista, lector voraz y en definitiva un amante más de la literatura a la que se dedica en cuerpo y alma.
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oh, supongo sería cierto todo, no? cuando despertó?
Es bueno el título, queda a la imaginación si fue a sí o no.
Me gustó leerte.
salu2
Wow, ha sido genial leerte.
Debo decir que he notado un ligero patron en tus relatos: Tienden a tener alguna parte de la estructura de algún libro, lo que es inidio de:
1: Lees mucho y has sabido absorber las estructuras literarias de grandes autores.
ó 2: Tienes madera de escritor(a) (no se vuestro género y el nick no me da muchas pistas)
En cualquier caso es genial, y me tus relatos me han gustado todos y cada uno.
Y solo una pequeña corrección de número en el tercer párrafo: «Cuando ambos de vieron ni el traidor ni el inocente DIGERON nada»
Saludos, y sigue escribiendo.
¡Hola!
De verdad que muchas gracias por el comentario, cosas así me dan muchos ánimos para seguir escribiendo. Respecto a mi género, varón, ya sé que mi nick no da muchas pistas, jejeje.
Y un apunte: las correcciones y las críticas ayudan a mejorar, a mí por lo menos, me ayudan muchísimo, y agradezco inmensamente que corrijáis las faltas ortográficas y demás. Habré leído veinte veces ese texto y nunca me había percatado de ese error de concordancia.
Gracias de nuevo,
Hola, que buen relato, me recordó a «El episodio del enemigo» de Borges. Definitivamente me gusta la forma en que manejas tus relatos, la estructura es muy buena y manejas el suspenso y los puntos de giro muy bien, tu narratoria no es particularmente mi favorita, pero eso no quiere decir que no me guste, al contrario, parte de eso me obliga a leerte. Te felicito y espero seguir leyendote.
Hola,
Para mí Borges significó muchísimo como lector. Gracias a El Aleph comencé a interesarme por los relatos cortos, así que a ese gran maestro le debo mucho. El relato que comentas, ignoro si lo he leído o no. Si no lo hecho, espero hacerlo algun día.
Muchas gracias por el comentario.
Veo en este relato todo el dolor de culpa del personaje, lo reflejas muy bien en su pesadilla, en su deseo de morir…
Una lectura muy intensa que te deja con ganas de más, enhorabuena. 🙂