La orgullosa ave

Era un ave tan colorida y hermosa que tanta belleza se le subió a la cabeza. Cierto era que no podía pensar en otra cosa. Y, cada día, se pasaba largas horas mirando en el río su reflejo, pavoneándose igual que delante de un espejo. Presumía de su apariencia ante los demás animales, pero un día recibió sus merecidos males.

Un día que la orgullosa ave se encontraba volando, recibió un rayo que la hizo caer delirando. Así fue como la Madre Naturaleza castigó al pájaro con certeza. Fue arrojado al mar, siendo expulsado del bosque para que no volviera nunca más. Pero, por las heridas provocadas, sintió culpa y pena. Y, para que no se ahogara, convirtió a la criatura en sirena.

 

Ursula M. A.
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